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    Football Season is Over

    Hoy 20 de febrero, hace cuatro años, uno de los mejores periodistas que han existido (en mi humilde opinión), hizo lo único coherente y sensato que podía hacer dada su condición degenerativa: Volarse la tapa de los sesos con un revólver calibre .45. Con dos cojones.

    Colaborador durante diferentes épocas a lo largo de los años de la revista
    Rolling Stone (auténtica vanguardia cultural estadounidense en los sesenta y los setenta, mera máquina de hacer dinero hoy día) publicaba en ella a veces sí, a veces no, mayormente por culpa del editor Jann Wenner, hombre con pocos escrúpulos, capaz de vender a su madre, de dejar tirado a un periodista en un Saigón finalmente tomado por los charlies o de hacer caja con las [falsas] vivencias de dicho profesional. En fin, justo lo contrario al doctor Raoul Duke, una de esas pocas personas que dan algo de sentido a la palabra "periodista".

    Cuatro días antes de dar el valiente paso de decorar las paredes de su estudio con sus sesos, escribió una nota a su mujer, Anita Thompson. Dicha nota fue publicada un poco más tarde en la que al fin y al cabo era su revista, Rolling Stone:
    No More Games. No More Bombs. No More Walking. No More Fun. No More Swimming. 67. That is 17 years past 50. 17 more than I needed or wanted. Boring. I am always bitchy. No Fun -- for anybody. 67. You are getting Greedy. Act your old age. Relax -- This won't hurt.
    Poseso. Hace falta más gente como él...

    El Doctor en Periodismo retratado por su compadre
    y artista Ralph Steadman

    3 bicicletas:

    Thedarksunrise said...

    El suicidio es una de las formas más fáciles de llegar a ser un mito. Cúrrenselo más, señores. Besis

    Anonymous said...

    Suicidarse de valientes? mas bien lo contrario!!!!!.
    Los que de verdad somos valientes nos quedamos a arreglar las cosas.

    Okupa said...

    A mi modo de ver, en el caso del Sr. Duke obedece más bien a unos principios éticos y morales, de ser consecuente con la manera en la que se ha vivido y por extensión, ser capaz de elegir la manera y el cómo, cuándo y dónde terminar con la propia existencia; algo que pertenece a nadie más que a uno mismo.

    Y estupendísima Darksunrise, este periodista no es un mito (por lo menos para un servidor), sino simplemente un hombre que se viste (vestía, vaya) por los pies. Y de esos hay pocos, muy pocos, lamentablemente.

    ¡Besos a los dos!