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Vean la inteligencia que emana de los ojos de esta pareja de la fotografía... La sabiduría que se desprende de sus rostros, las siluetas arias y perfectas de sus cuerpos que pueden intuirse en la instantánea, la seguridad de sentirse superiores e ir sin sonrojo ninguno a un supermercado y pedir con voz alta y clara un pastel con el nombre de tu hijo... Adolf Hitler. Y marcharte indignado y humillado sin conseguir tu propósito, mientras tus hijos JoyceLynn Aryan Nation y Honszlynn Hinler (sic) te miran con los ojos llorosos, sin comprender.
Desde luego, ya sé por qué empresas jugueteras como estas agotan sus existencias en los Estados Unidos... Si todo en esta vida tiene explicación, hombre...
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