Todo recto, siempre recto... Cuando los chicos de la Wehrmacht salieron de excursión campestre hacia los Países Bajos en mayo de 1940, iban pertrechados con todo lo necesario para su paseo primaveral, a excepción de una sola cosa: Bicicletas.
Me contaba el hispano-holandés J. que, allá donde iban, los alemanes arrasaban con una de las posesiones más valoradas por los neerlandeses, que no es otra que sus bicicletas. Lógico pues que cuando eran preguntados amablemente dónde se escondían los judíos, ellos respondieran siempre señalando con el brazo... ¡immer geradeaus!, para alegría alemana que se pensaban "¡tate, ya los tenemos!".
El caso es que casi setenta años después, los rencorosos holandeses aún no lo han olvidado, y siempre que algún turista alemán les pregunta cualquier dirección ellos contestan inequívocamente con el consabido ¡immer geradeaus!, una forma como otra cualquiera de mandarlos a tomar por culo.
tontuna • s
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2 bicicletas:
Qué graciosos son los holandeses, pijo! Aquí en España los mandamos justo en la dirección contraria, que tampoco está mal...
O si eres despistado o simplemente, no sabes decir "no, no sé dónde está lo que me pregunta", les das toda clase de explicaciones erróneas en dirección contraria.
Aunque el método holandés no está mal.
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